Autos reducidos a escala de un tiempo reducido al olvido.
Si preguntan por mi colección, debo decir incompleta, felizmente incompleta, si un día se completa no podría coleccionar más.
Conjugando modelos de factoría reciente y no tan nuevos, hasta llegar a antiguos con más de 50 años, vamos a repasar los autos que circularon por nuestras calles entre los años 1950 hasta entrados los 80´s, un legado humilde para quien me siga, o simplemente ir dejando huella...
Muchos consideran que la primavera del siglo XX fué en la década del 60, años de libertades varias, minifaldas y psicodelia, mucho colorido y drogas para ver los colores también. La Argentina no fué un caso aparte para nada, aparecían los hoy dinosaurios del rock nacional y uno ya se sumaría a la fila de lo predecible y lo dicho mil veces.
Lo curioso es que junto a esa liberación tan del país del norte se había despertado un apetito por ciertos gustos europeos, así a fines de los sesenta algunas canzonetas italianas ganaban espacio en la radio, quién no podría nombrar a Rita Pavone? con canciones alegres como "Sul Cucuzzolo"
Tal fué la aceptación que teníamos la versión autóctona en castellano "En la cima de la montaña" interpretada por Violeta Rivas, así, por analogía entre producto cultural italiano trazamos vínculo con productos industriales de origen itálico, más precisamente automóviles, particularmente Fiat.
La historia de la marca en nuestro país en los 60s y 70s tiene muchos giros y todos sus modelos fueron reconocidos en mayor o menor medida. Quien tenga la suerte de ver la planta de Fiat en Córdoba podrá apreciar que es casi una fortaleza, un predio enorme, con edificios ya viejos en algunas partes que deja traslucir las glorias de aquellos años (Años de Fiat Concord) testigos de su apogeo en la mitad del siglo pasado. El 600 fué sin duda alguna el éxito y caballito de batalla de la marca, no en vano fué fabricado hasta el año 82 para que lo suceda el 147.
Lo que nunca escuché decir es que dicho éxito tendría un costo, ganarse la fama de fabricantes de autos pequeños, y decir auto pequeño en los setentas era hablar del segundo auto, de uso citadino y desempeño pobre. Así autos como el 125 con un motor grande y gastador costaba verlo siquiera como un mediano, y el Regatta en los 80s, indudablemente grande, no podía competir de forma sería a las marcas rivales mientras el pequeño 147 se vendía como pan caliente.
Fué en definitiva el auto pequeño más confiable y popular, los había mas pequeños de otras marcas pero con una mecánica lamentable con motores de dos tiempos (Las adaptaciones de motores Sachs de motocicletas era muy usual y de tenerlos como movilidad principal se convertían en verdaderos dolores de cabeza y fines de semana de grasa y humo blanco en el patio de casa).
Así con vicios propios el 600 llegó a ser el auto pequeño y confiable, que tuvo como rivales al Citroën 2cv/3cv y el Renault 4, competía en precio ya que su constitución era la de un verdadero auto compacto, mientras los otros dos, eran algo más latosos en su uso por decirlo de alguna manera.
Incluso la misma Fiat sacó el 133 de igual mecánica y formas más modernas sin resultados positivos el 600 seguía siendo el preferido.
Actualmente el 600 se revalorizó y las unidades que aún sobreviven cotizan muy bien, su público siempre joven lo considera objeto de culto y es moneda corriente verlos en proceso de restauración o de customización.
Primer auto de muchos, compañero de salidas, el auto del novio, el del abuelo y la señora de la vuelta que no ve nada y maneja con el asiento bien adelante mirando con unos tremendos anteojos a dos centímetros del volante, el 600 fué protagonista de la fauna mecánica argentina.
Alguien trajo un palito para poner atrás? me parece que calentó...
Cuando uno es un artista como el Señor Ettore Bugatti es más fácil hacer autos como este.
Arte y tecnología, de la mano, los dos compitiendo por el protagonismo.
Uno ve el auto tan terminado y dice "es tan fácil que hasta yo puedo hacerlo".
Pero le aseguro que era un trabajo para iniciados.
De veras le garanto que aún hoy en día los ingenieros se maravillan de ver cómo hacía Bugatti para lograr soluciones que aunaran la estética con la funcionalidad.
Y qué funcionalidad!
Cada trazo de cada pieza obedecía a un criterio estético, llegando al extremo de que un cigüeñal o una crapodina ameritaban un lugar en el Museo de Arte de New York.
Será por eso que cotizan en la bolsa, compitiendo con otras obras de arte más tradicionales.
Adentrándose dentro de la historia de la automocíon, seguramente hay más cupés de este estilo.
Y algunas que hasta llegaron primero.
En realidad fue una moda y hubo muchos carroceros europeos que decoraron sus diseños con soluciones similares.
Pero este luce como si fuera el primero.
Los trazos primarios, el diseño primigenio.
Esa aleta dorsal que transcurre a lo largo de la carrocería, dividiendo la simetría, en realidad era una costura que unía los dos perfiles, y no sólo se aprecian en la carrocería, sino también en los guardabarros.
Hoy en día hay reproducciones mejores y más caras o más baratas, pero seguro que no tienen tanto amor encima.
CMC, Western Models, Ixo, Rio, Auto Art y hasta Bburago tienen sus propias versiones de este fenómeno.
El modelo es de Brumm, a esta altura es casí una antigüedad.
Es una copia optimista de un original maravilloso.
Tan optimista como este post tratando de imitar un estilo cordobés.
Como un farsante tratando de mimetizar sus frases con las de un poeta mediterráneo.
